Estás en la tienda preparándote para salir con tu niño de 2 años. De repente, el niño señala al hombre que está detrás de ti y te dice: «¿Qué es eso, mami?» mientras mira directamente una serie de lunares que cubren un lado de su cara.
El hombre sonríe y comienza a explicar que nació con algunas marcas de color en su piel mientras tú estás ahí con ansias de ofrecer infinitas disculpas.
El asunto, es que tu niño pequeño está haciendo lo que mejor sabe hacer: ser curioso y aprender. Al tomarse el tiempo para hablar y celebrar cómo las personas son diferentes, se establecen los cimientos de una vida llena de tolerancia.
¡Explorar las diferencias es algo para celebrar!
A medida que los niños pequeños se encuentran con nuevas personas, es natural que hagan preguntas para entender mejor por qué alguien podría verse, moverse o actuar de manera diferente a ellos. Es parte de cómo construyen una comprensión del mundo que les rodea, y de ellos mismos.
¿Qué tipo de diferencias podrían despertar la curiosidad de tu niño pequeño?
- Color de piel
- Gafas o dispositivos de audición
- Cicatrices, lunares, lunares u otras marcas de la piel
- Discapacidades (discapacidades físicas u otras que hagan que una persona se comporte diferente)
- Forma del cuerpo
Ayudando a tu niño pequeño a entender las diferencias
Te enumeramos algunos consejos a tener en cuenta cuando se abordan las diferencias con tu niño pequeño:
Reaccionar positivamente
Puede ser difícil ocultar tu vergüenza cuando tu niño pequeño señala a alguien o deja escapar una pregunta sobre su apariencia o comportamiento. Pero es importante mantener la calma y ser positivo. Esto ayuda a que el niño no se sienta avergonzado por hacer este tipo de preguntas, le anima a seguir preguntando y le muestra que tú estás ahí para ayudarle a entender.
Por ejemplo, si estás en el parque y tu niño señala a un bebé y dice: «¡Mira, es un bebé marrón!» Podrías decir: «¡Sí, lo es! Las personas son de diferentes colores. ¡Vamos a saludarlo a él y a su mamá!»
O si tu niño pregunta por qué alguien está en una silla de ruedas, puedes decirle que el cuerpo de algunas personas funciona de manera diferente y que las sillas de ruedas les ayudan a moverse.
Habla sobre las diferencias de manera proactiva
Mostrarle a tu niño que las diferencias están a nuestro alrededor puede fortalecer su comprensión. Durante las comidas, señala lo que te gusta comer y lo que no, por ejemplo. O habla sobre cómo tienes un color de pelo diferente al de un amigo.
Mientras leen libros juntos, también puedes hacer preguntas como: «¿En qué se diferencian estos personajes? ¿Cómo son iguales?» En esta etapa, tu niño tendrá respuestas muy simples, pero es una forma de empezar a explorar las diferencias.
Involucrate en actividades con diversidad
Una forma de exponer a tu niño a la diversidad es incluir libros con personajes principales que tengan un color de piel o un origen cultural diferente al suyo. También puede buscar rompecabezas, juegos y juguetes que reflejen personas con diversas habilidades, tonos de piel, formas de cuerpo, etc.
Busca si tu comunidad ofrece programas culturales, ya sea dirigidos a todas las edades o específicamente para niños pequeños. Tu biblioteca local es un gran lugar para empezar.
Sobre todo, se un ejemplo de tolerancia. Sé consciente de cómo tú mismo ves y respondes a las diferencias. Esta es una de las formas más poderosas de inculcar una actitud de abrazar y apreciar nuestro mundo tan rico y diverso.